Me
convertí
Para
meterme en el aíre de los otoños
esconderme
bajo tu vestido verde,
o
para nadar en la laguna de tus ojos
para
ser manzana en tu frutero,
me
convertí en gato.
Mirar
la luna desde tus pupilas dilatadas
o
para ser concreto de calle abandonada,
pastizal
incendiado en los olvidos
para
ser presente continuo bajo las sábanas,
me
convertí en perro.
Para
oler esos aromas de tus cabellos
guardar
la esperanza del mañana,
ser
vigía ante las pléyades infames
o
ser guardabosques de un cuerpo delgado,
me
convertí en almohada.
Pero
para ser amor, en específico
el
que tocan tus manos
o
huele tu nariz…
Para
ser el amor de tus épocas
que
pasa puertas
y
rompe ventanas…
Para
ser tu amor, no de la vida,
solo
tuyo y mío,
hace
falta convertirse
en
algo más:
flor de primavera
calor de invierno
gota
de agua
beso y abrazo y tiempo.
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